Lo que
podríamos denominar “devenir del presente político de nuestra sociedad” y que
vulgarmente se simplifica con el mas pedestre “batalla cultural”, muestra
actualmente a ciertos arquetipos fallidos, que son hábilmente exacerbados por
los bloques concentrados de poder, siempre escudados en sus multimedios de
difusión global.
La confusión
que estos crean a sabiendas fue genialmente descripta por el luchador por los
derechos sociales Malcolm X, cuando dijo: “Hay que cuidarse de los medios del
establishment, si estas distraído te harán amar a quien te domina y odiar a
quien te libera”; quien precisamente, fue víctima de la demonización del que lo
hicieran objeto los autodenominados “medios independientes”.
Esos
arquetipos, de conducta asocial, son azuzados por los medios audiovisuales, con
un afán digno de mejor causa, para utilizar sus miserias como “caballo de Troya”,
que permita demoler la conciencia alcanzada por nuestra sociedad, en función de
las experiencias emancipadoras simultáneas en curso en las naciones
constituyentes de nuestra Patria Grande Latinoamericana.
Utilizando
lo que benévolamente llamaremos “desentendimiento”, de la porción de la
sociedad “fértil” a los intereses del poder concentrado, fomentan la difusión
de la “culpabilidad”, por situaciones que “deberían causar indignación
colectiva”, hacia una serie de estereotipos representativos de la “zoncera” que
tan bien caracterizara A. Jauretche.
Esto es, a
modo de ejemplo, que a ciertos sectores de capas adineradas, permeables a la
queja por el pago de impuestos, (por otra parte compatibles a sus ingresos),
les inducen que “se usan injustamente para pagar jubilaciones a quienes no
aportaron”. A su vez, a los beneficiarios del sistema jubilatorio que puede
estar reclamando (justamente) por un mayor pago, les “filtran” que no es posible
su mejora, porque los fondos son “malgastados en planes a desocupados que no
quieren trabajar”. Sucesivamente a los desocupados, los incitan con que sus
ingresos son insuficientes, porque los fondos se “desvían hacia jovencitas que
se embarazan adrede”.
En fin, los
ejemplos pueden ser infinitos y para todos los gustos, siempre se va a
encontrar una “gata Flora” para cualquier situación, o un problema (o varios) para
cualquier solución, cuando lo que se busca es que no haya concordia. Así
critican la falta de vivienda y el plan para construirlas, la falta de
educación y el plan para erradicarla, la falta de energía y la inversión
energética, etc. Todo es válido para demoler la felicidad colectiva.
Y que esto
es lo que se busca, de forma coordinada, lo demuestra el hecho que ya sea en
Buenos Aires, en San Pablo, en Caracas, Montevideo, La Paz o Quito se siembra
el germen de la disgregación social apelando a los estereotipos del desprecio:
la plebe, la masa, la chusma, los grones, los cholos, las hordas; si, se
alimenta la imagen de “Roma aristocrática asediada por los bárbaros” para solaz
de quienes quieren terminar de una vez y para siempre con la experiencia igualitaria.
En su paroxismo, su objetivo es la rendición incondicional de la experiencia de
gobiernos democráticos no tutelados, si es posible con un escarmiento
aleccionador.
Todos los
que tenemos años y los hemos utilizado para acopiar experiencia de vivir y
acumular conocimientos para la sana razón, sabemos en qué consiste, para los
poderes fácticos, el “escarmiento aleccionador”; vienen a dejar una señal
traumática que lleve años “cicatrizar”, lo que ellos ya han llamado “de una vez
y para siempre”, dictadura, represión, desaparecidos.
El paso
siguiente, casi en simultáneo, con la campaña de demolición de las certezas de
la construcción colectiva y la fraternidad ciudadana, es la construcción
artificial del “futuro conductor”; de esto también tenemos sobrados ejemplos,
desde la “sobriedad” de Videla, pasando por la “majestuosidad” de Galtieri,
hasta (para no insistir en ejemplos macabros) la risible “eficiencia” de Macri
o la improbable “ejecutividad” de Massa.
Estos falsos
futuros conductores, son “prefabricados” con supuestas virtudes, “diseñadas”
para dar respuesta sanadora, a las inseguridades inducidas por la campaña de
demolición, trazada con precisión, para abrirle el sendero al que viene a
“refundar” las certezas.
A aquellos
quejosos, quienes han sido permeables a
los objetivos de la predica fratricida de postración ante los poderes del
dominio imperial y se sienten seducidos por alguno de los “nuevos líderes”,
hacia el que podrán volcar su “voto protesta”, les tengo dos certezas:
1) En caso de resultar exitoso, en la
próxima elección presidencial, el “ser reparador de las buenas practicas
republicanas” que le propone el poder concentrado, se cumplirán sus sueños; no
habrá impuesto a los grandes ingresos, nadie se jubilará con el régimen actual,
no habrá asignación universal, no habrá ProCreAr ni Progresar, no habrá más
obra pública y se pondrán restricciones al ingreso de inmigrantes.
2) A partir del cumplimiento de la
primer certeza se ingresará al consabido plan de transferencia del ingreso
hacia los sectores del privilegio, habrá plan de austeridad, disminución del
poder adquisitivo de los ingresos, eliminación de paritarias, congelamiento de
vacantes, aumento de la desocupación, y endurecimiento del “control
social”(ergo: represión)
Si estas
certezas, no son las consecuencias de su desentendimiento y desprecio hacia la
realidad objetiva ¡las consecuencias ¿Dónde están?!
¡No diga que
no fue avisado! ¡No se acepta el inmaduro “Yo no sabía”!
A tres años transcurridos, ya se cumplió todo lo vaticinado
ResponderEliminar¿Eramos adivinos en el 2014?
¡No, sabíamos de que hablábamos!
Quienes se desentendieron se clasifican, en escala ascendente, entre incrédulos, ignorantes y malintencionados
Que cada quien se ponga el sayo que le quepa