miércoles, 26 de febrero de 2014

DESENTENDIMIENTO, DESPRECIO Y CONSECUENCIAS


Lo que podríamos denominar “devenir del presente político de nuestra sociedad” y que vulgarmente se simplifica con el mas pedestre “batalla cultural”, muestra actualmente a ciertos arquetipos fallidos, que son hábilmente exacerbados por los bloques concentrados de poder, siempre escudados en sus multimedios de difusión global.

La confusión que estos crean a sabiendas fue genialmente descripta por el luchador por los derechos sociales Malcolm X, cuando dijo: “Hay que cuidarse de los medios del establishment, si estas distraído te harán amar a quien te domina y odiar a quien te libera”; quien precisamente, fue víctima de la demonización del que lo hicieran objeto los autodenominados “medios independientes”.

Esos arquetipos, de conducta asocial, son azuzados por los medios audiovisuales, con un afán digno de mejor causa, para utilizar sus miserias como “caballo de Troya”, que permita demoler la conciencia alcanzada por nuestra sociedad, en función de las experiencias emancipadoras simultáneas en curso en las naciones constituyentes de nuestra Patria Grande Latinoamericana.

Utilizando lo que benévolamente llamaremos “desentendimiento”, de la porción de la sociedad “fértil” a los intereses del poder concentrado, fomentan la difusión de la “culpabilidad”, por situaciones que “deberían causar indignación colectiva”, hacia una serie de estereotipos representativos de la “zoncera” que tan bien caracterizara A. Jauretche.

Esto es, a modo de ejemplo, que a ciertos sectores de capas adineradas, permeables a la queja por el pago de impuestos, (por otra parte compatibles a sus ingresos), les inducen que “se usan injustamente para pagar jubilaciones a quienes no aportaron”. A su vez, a los beneficiarios del sistema jubilatorio que puede estar reclamando (justamente) por un mayor pago, les “filtran” que no es posible su mejora, porque los fondos son “malgastados en planes a desocupados que no quieren trabajar”. Sucesivamente a los desocupados, los incitan con que sus ingresos son insuficientes, porque los fondos se “desvían hacia jovencitas que se embarazan adrede”.

En fin, los ejemplos pueden ser infinitos y para todos los gustos, siempre se va a encontrar una “gata Flora” para cualquier situación, o un problema (o varios) para cualquier solución, cuando lo que se busca es que no haya concordia. Así critican la falta de vivienda y el plan para construirlas, la falta de educación y el plan para erradicarla, la falta de energía y la inversión energética, etc. Todo es válido para demoler la felicidad colectiva.

Y que esto es lo que se busca, de forma coordinada, lo demuestra el hecho que ya sea en Buenos Aires, en San Pablo, en Caracas, Montevideo, La Paz o Quito se siembra el germen de la disgregación social apelando a los estereotipos del desprecio: la plebe, la masa, la chusma, los grones, los cholos, las hordas; si, se alimenta la imagen de “Roma aristocrática asediada por los bárbaros” para solaz de quienes quieren terminar de una vez y para siempre con la experiencia igualitaria. En su paroxismo, su objetivo es la rendición incondicional de la experiencia de gobiernos democráticos no tutelados, si es posible con un escarmiento aleccionador.

Todos los que tenemos años y los hemos utilizado para acopiar experiencia de vivir y acumular conocimientos para la sana razón, sabemos en qué consiste, para los poderes fácticos, el “escarmiento aleccionador”; vienen a dejar una señal traumática que lleve años “cicatrizar”, lo que ellos ya han llamado “de una vez y para siempre”, dictadura, represión, desaparecidos.

El paso siguiente, casi en simultáneo, con la campaña de demolición de las certezas de la construcción colectiva y la fraternidad ciudadana, es la construcción artificial del “futuro conductor”; de esto también tenemos sobrados ejemplos, desde la “sobriedad” de Videla, pasando por la “majestuosidad” de Galtieri, hasta (para no insistir en ejemplos macabros) la risible “eficiencia” de Macri o la improbable “ejecutividad” de Massa.

Estos falsos futuros conductores, son “prefabricados” con supuestas virtudes, “diseñadas” para dar respuesta sanadora, a las inseguridades inducidas por la campaña de demolición, trazada con precisión, para abrirle el sendero al que viene a “refundar” las certezas. 

A aquellos quejosos,  quienes han sido permeables a los objetivos de la predica fratricida de postración ante los poderes del dominio imperial y se sienten seducidos por alguno de los “nuevos líderes”, hacia el que podrán volcar su “voto protesta”, les tengo dos certezas:

1)    En caso de resultar exitoso, en la próxima elección presidencial, el “ser reparador de las buenas practicas republicanas” que le propone el poder concentrado, se cumplirán sus sueños; no habrá impuesto a los grandes ingresos, nadie se jubilará con el régimen actual, no habrá asignación universal, no habrá ProCreAr ni Progresar, no habrá más obra pública y se pondrán restricciones al ingreso de inmigrantes.

2)    A partir del cumplimiento de la primer certeza se ingresará al consabido plan de transferencia del ingreso hacia los sectores del privilegio, habrá plan de austeridad, disminución del poder adquisitivo de los ingresos, eliminación de paritarias, congelamiento de vacantes, aumento de la desocupación, y endurecimiento del “control social”(ergo: represión)

Si estas certezas, no son las consecuencias de su desentendimiento y desprecio hacia la realidad objetiva ¡las consecuencias ¿Dónde están?!

¡No diga que no fue avisado! ¡No se acepta el inmaduro “Yo no sabía”!

1 comentario:

  1. A tres años transcurridos, ya se cumplió todo lo vaticinado
    ¿Eramos adivinos en el 2014?
    ¡No, sabíamos de que hablábamos!
    Quienes se desentendieron se clasifican, en escala ascendente, entre incrédulos, ignorantes y malintencionados
    Que cada quien se ponga el sayo que le quepa

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