sábado, 12 de julio de 2014

UCRANIA: El último golpe de Estado impulsado por la decadente USA


Europa debe liberarse de las garras de Washington y de Bruselas

En una entrevista concedida al cotidiano Secolo XIX, de la Liguria, el soldado de origen Siberiano Nicolai Lilin, veterano de primera línea,  interviniente en cinco guerras y autor de la novela autorreferencial Educazione  Siberiana, que dio origen a la laureada película del mismo título, dirigida por Gabriele Salvatores; invita abiertamente a que el lector  deseche las versiones y el relato de los medios masivos de difusión occidentales (¡vaya novedad!), respecto a aquello que cuentan está ocurriendo en Ucrania. "Todo es relatado in modo inexacto porque ha estado distorsionado inmediatamente el concepto geopolítico en torno al cual se ha generado este conflicto. Esta guerra no es una guerra en, o por Ucrania. Es un conflicto entre potencias mundiales. El principal ejército en campo, invisible, es aquel de USA. Una potencia en fase de derrumbe, que se está moviendo desde hace años sobre decenas de frentes para enmascarar y tratar de aplacar su inexorable crisis económica. Obviamente, la acción estadounidense no es una guerra militar, sino del todo política. El problema, para ellos, es que no podrán resultar vencedores”.
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Disculpe, pero estábamos hablando de Ucrania, donde hubo una rebelión  popular.

“¡Pero de cual rebelión popular me habla! Ha habido un golpe de Estado en toda la regla, con varios Estados involucrados, contra un gobierno legítimo. Una alianza de fuerzas organizadas por potencias occidentales, que en primer lugar se han apresurado a alinear sus medios de difusión para centrarlos en un relato mentiroso. Divulgando solamente las noticias elaboradas por agencias periodísticas financiadas exclusivamente por  grupos empresarios interesados en los campos de la energía, del petróleo y de los armamentos”.

 
En las barricadas de la plaza Maidan ¿no había operarios, estudiantes…?

“Genéricamente, jóvenes de buena fe, pero ignorantes, instrumentalizados por una camarilla de poderosos locales y de especuladores financieros del exterior. Un poco como los “forconi” en Italia, que dentro de poco retornaran indefectiblemente, quizá con otro nombre. Detrás de las barricadas de Maidan se movía un conjunto de intereses, un bloque listo a apoderarse ilegalmente del País, no para servir los intereses públicos, sino aquellos de los  grupos privados extranjeros”.

 
O sea, un complot.

“Verdaderamente. Vea que cosas ha hecho el nuevo gobierno de Kiev, fundamentalmente contratos a empresas extranjeras. Petróleo, industria, incluso desechos tóxicos. Si existe un deber moral de Ucrania, no solo con los ucranianos, sino con todos los europeos; es no continuar  movilizando escorias y desechos  tóxicos luego de lo ocurrido en Chernobyl. Aquel veneno  flota todavía sobre nosotros. No deberíamos permitirnos  agitar otros”.

 
De modo que, ¿afirma que el pueblo de Maidan ha sido traicionado?

“Le parece posible, visto como están las cosas, creer todavía en la revolución? Pero, ¿cómo se hace para desentenderse, que ciertas cosas no suceden si no son impuestas por ciertos poderes? Cada vez  que escucho que alguien habla de improbables revoluciones, primaveras, rescates…  lo metería en la cárcel. ¿Qué cosa hay más legal y honesto, que un gobierno legítimo, en un mundo asediado por multinacionales globales? ¿Non han visto como acabaron las primaveras árabes y las operaciones por la libertad en Iraq y Libia? Los estadounidenses están perdiendo en todos lados, los pueblos están alzando la frente. Y no es el pueblo de aquellas barricadas”.

 
¿Quiénes estaban detrás de aquellas barricadas?

“Eran falanges bien organizadas, adiestradas en dos campos de Polonia, un campo de Hungría y otro campo de Alemania. Sostenidos por el ejército de Kiev post-golpe, que ha bombardeado a los civiles y quemado las poblaciones. Todo ello por seguir los planes de Usa, para romper el naciente eje entre Rusia y Europa, el entendimiento entre el pueblo ruso y el pueblo europeo. Somos hermanos, Gorbachov lo había entendido y abatió el muro; en la única visión que me encuentra de acuerdo con él”.

 
Pero occidente lo sostuvo.

“Para nada. Inmediatamente después de la caída del Muro, grupos fuera de control, organizados por espías de USA  lo han depuesto; imponiendo en su lugar al títere Yeltsin, que ha desmantelado el Estado para regalarlo a los nuevos oligarcas, cómplices del sistema occidental. Pero no pudieron seguir adelante, porque, visto que ya se vislumbraba el inminente derrumbe del dólar; Usa se concentró desde ese  momento en minar el hipotético entendimiento ruso-europeo, continuando  con la temerosa prevención hacia China.  Ocupándose casi exclusivamente en la preparación y desarrollo de sus inefables guerras invisibles. Imaginen si este vasto continente, desde Europa hasta  Asia, comprendidos Rusia, China e India, se pudiese unir. Imaginen el boom que significaría, compartiríamos  nuestra moda, nuestros productos, nuestros libros. Podríamos prescindir de la producción de USA, cosa insoportable para ellos. Para impedirlo han dado inicio a brutales operaciones, que se extienden hasta hoy, pero, son  cada vez menos capaces de mantenerlas bajo control. Están perdiendo el dominio, también en este campo”.

 
Usted  ha escrito que USA quiere rodear a Rusia, conquistar  Siberia y el Polo Norte, debilitando así a Moscú y poder a continuación, apuntar a China.

“Este era el proyecto, que por lo visto no funcionará. Espero estar todavía con vida, espero que mi hija al menos pueda verlo: aquel día en que los europeos se desembaracen de las bases USA de su territorio. Pero manténganse tranquilos, Rusia no desencadenará ningún ataque. Ha debido defender  Crimea para que los  golpistas nazis no pudieran meter  sus manos  sobre lo que resta del armamento nuclear. Putin no hará locuras. No las hará aun después que la OSCE ha demostrado que el nuevo gobierno ha construido campos de concentración, resultando culpable de genocidio.

 
Lilin, ¿usted habla como nostálgico soviético o como  halcón de Putin?.

“Hablo como persona que conoce las cosas. He siempre combatido ciertas políticas de Putin, además, bajo la URRS , mi familia ha sufrido. Digo que hace falta conocer las cosas. ¿Sabe cuánto cuesta la nafta en Rusia? Cuarenta centavos. ¿Cuánto gana en promedio un ruso? Novecientos dólares, mientras que seis años atrás estaba en 120 dólares. El desarrollo está aquí, Rusia está creciendo y Europa debe interesarse en pactar con ella, liberándose del yugo de las multinacionales privadas estadounidenses. Hablo como ciudadano italiano, como patriota italiano. Nuestra economía, aquella verdadera, no tiene necesidad de este sistema en bancarrota. Debe liberarse de las garras  de Washington y de Bruselas”.

viernes, 11 de julio de 2014

UCRAINA: L’ultimo golpe degli Usa in fallimento


L'Europa deve liberarsi dalla morsa nordamericana e di Bruxelles

In un'intervista al Secolo XIX, Nicolai Lilin, soldato di origini siberiane, coinvolto in cinque guerre in prima linea e autore dell’Educazione siberiana, invita apertamente a diffidare delle versioni e del racconto dei media mainstream in occidente rispetto a quello che sta accadendo in Ucraina. "Tutto è raccontato in modo sbagliato perché è stato da subito distorto il concetto geopolitico attorno al quale è nato questo conflitto. Questa guerra non è una guerra in o per l’Ucraina. È un conflitto tra potenze mondiali. Il primo esercito in campo, invisibile, è quello degli Stati Uniti. Una potenza in fase di fallimento che si sta muovendo da anni su decine di fronti per mascherare e per cercare di placare la sua inesorabile crisi economica. Ovviamente, quella americana non è una guerra militare, ma del tutto politica. Il problema, per loro, è che non ne potranno più uscire vincitori».


 
Scusi, ma parlavamo di Ucraina, c’è stato un golpe di popolo.

  «Ma quale golpe di popolo! E’ stato un golpe di Stato, di più Stati, contro un governo legittimo. Uno schieramento di forze organizzate dalle potenze occidentali, che in primo luogo si sono premurate di costringere i media a non poter fare altro che raccontare bugie. Avevano solo le notizie delle agenzie di stampa finanziate da imprese nel campo dell’energia, del petrolio, degli armamenti».

Dietro le barricate di Maidan c’erano operai, studenti…

«Ragazzi in buona fede, ma ignoranti e strumentalizzati da una cricca di poteri e di potenze finanziarie e straniere. Un po’ come i forconi in Italia, che tra poco ritorneranno, magari con un altro nome. Dietro le barricate di Maidan c’era un grumo di interessi, un blocco pronto a impossessarsi illegalmente del Paese non per fare gli interessi pubblici ma quelli di gruppi privati esterni».

Un complotto.

«Tutto vero. Ha visto cosa ha fatto il nuovo governo di Kiev? Contratti alle imprese straniere. Petrolio, industrie, persino rifiuti tossici. E se c’è un dovere morale che l’Ucraina ha con gli ucraini e con tutti gli europei è di non trattare più scorie e rifiuti tossici dopo la tragedia di Chernobyl. Quel veleno c’è ancora, nella nostra aria. Non si dovevano permettere di portare altri fusti».

Dirà almeno che il popolo di Maidan è stato tradito?

«Le sembra possibile, viste come stanno le cose, di credere ancora nella rivoluzione? Ma come si fa a non capire che certe cose non accadono se non ci sono dietro certi poteri? Ogni volta che sento qualcuno che parla di rivoluzione, di primavere, di riscatti… io lo metterei in carcere. Cosa c’è di più legale e onesto di un governo legittimo in un mondo assediato dalle multinazionali globali? Non avete visto come sono finite le primavere arabe e le operazioni per la libertà in Iraq? Gli americani stanno perdendo ovunque, i popoli stanno rialzando la testa. E non è il popolo di quelle barricate».

Chi c’era dietro quelle barricate?

«C’erano delle falangi ben organizzate, addestrate in due campi in Polonia, in un campo in Ungheria e un altro in Germania. Sostenuti dall’esercito di Kiev post-golpe, che ha bombardato i civili, dato fuoco a villaggi. Tutto per seguire il disegno degli Usa di rompere il nascente asse tra la Russia e l’Europa, tra il popolo russo e il popolo europeo. Siamo fratelli, Gorbaciov lo aveva capito e aveva abbattuto il muro nell’unica visione che mi trova d’accordo con lui».

L’Occidente lo aveva sostenuto.

«Per nulla. Subito dopo il crollo del Muro, gruppi fuori controllo, organizzati da spie americane lo hanno abbattuto e hanno insediato il fantoccio Eltsin, che ha smantellato lo Stato per regalarlo ai nuovi oligarchi complici del sistema occidentale. E non potevano fare altro, gli americani, visto che già era chiaro l’imminente crollo del dollaro. Da quel momento hanno avuto paura dell’asse russo-europeo, hanno cominciato a temere la Cina. E si sono attrezzati per muovere le loro solite guerre invisibili. Pensate se questo vasto continente dall’Europa alla Russia al Kazakistan all’India alla Cina si potesse unire. Pensate l’Italia che boom potrebbe avere, venderemmo la nostra moda, i nostri prodotti, i nostri libri. Potremmo fare a meno degli americani e gli americani non possono sopportarlo. Così hanno cominciato brutali operazioni, le stesse che oggi, però, non sono più in grado di gestire. Stanno perdendo ovunque, anche qui».

Lei ha scritto che gli Usa vogliono circondare la Russia, conquistare la Siberia e il Polo Nord, indebolendo così Mosca e da qui cominciare a puntare sulla Cina.


«Questo era il progetto, abbiamo visto che non funzionerà. Spero di essere ancora vivo, spero che mia figlia almeno possa vederlo: quel giorno in cui gli europei si sbarazzeranno delle basi americane sul loro territorio. Ma state tranquilli, la Russia non sferrerà alcun attacco. Ha dovuto difendere la Crimea perché i golpisti nazisti potevano mettere le mani su ciò che resta degli armamenti nucleari. Putin non farà follie. Non le farà neppure dopo che l’Osce ha dimostrato che il nuovo governo ha costruito dei campi di concentramento, rendendosi colpevole di genocidio».

Lilin, lei parla da nostalgico sovietico o da falco di Putin?

«Io parlo da persona che conosce le cose. Ho sempre contestato certe politiche di Putin e sotto l’Urss la mia famiglia ha sofferto. Dico che bisogna conoscere le cose. Sa quanto costa la benzina in Russia? Quaranta centesimi. Quanto guadagna in media un russo? Novecento dollari, quando sei anni fa si fermava a 120 dollari. Lo sviluppo è qui, la Russia sta crescendo e l’Europa ha tutto l’interesse a fare un patto con loro, liberandosi dal giogo delle multinazionali private americane. Io parlo da cittadino italiano, da patriota italiano. La nostra economia, quella vera, non ha bisogno di questo sistema ormai al fallimento. Deve liberarsi dalla morsa americana e di Bruxelles».